El invierno puede ser una época nefasta para el mantenimiento de tu vivienda, porque el frío y la lluvia pueden provocar la tan temida humedad, por lo que no ayudan precisamente a hacer de tu casa un hogar seguro y saludable.
La humedad puede tener muchos motivos y causas, y desde PuertoPiso queremos darte algunos consejos para intentar eliminarla o reducirla lo máximo posible.
Según numerosos estudios, el vinagre blanco puede ser uno de los mejores aliados a la hora de combatir la humedad. Puedes hacer una solución, rebajando el vinagre blanco en agua, y verterlo en un pulverizador, con el que rociar paredes, interiores de armarios o la bañera, todos los días durante una semana. El olor de este producto quizás no sea el que quieres como ambientador de tu hogar, pero será efectivo.
Un método muy sencillo es ventilar las habitaciones todos los días. Es positivo para renovar el aire de la casa, que puede estar viciado debido a la concentración de la humedad. Además, permitiremos que la concentración de hongos y bacterias no sea perjudicial para la salud.
Nunca intentes tapar o disimular las manchas de humedad poniendo rodapiés o muebles delante. Al contrario, debes dejar que las manchas de humedad respiren, y que el aire se mueva por la habitación, para evitar precisamente que la humedad continúe proliferando. Deja una separación prudencial entre los espacios afectados y los muebles durante unas semanas.
Acostúmbrate a tender la ropa fuera de casa, nunca en el interior. Este gesto facilita el crecimiento de moho y hongos, así como que el secado de la ropa no sea total ni todo lo rápido que se requiere, por lo que puede dejar mal olor en casa.
El bicarbonato de sodio puede ser otro gran aliado para tu vivienda. Puedes frotar con un cepillo impregnado en bicarbonato de sodio todas las zonas afectadas, dejarlo actuar durante dos horas y volver a retirarlo con otro cepillo. Además, puedes poner un poco de este ingrediente en recipientes y repartirlos por los distintos armarios de la vivienda, para que así absorba la humedad que se puede acumular en ellos.
La sal marina también puede servir, porque ayuda a neutralizar olores e impedir que surjan manchas oscuras de moho. Puedes proceder como con el bicarbonato de sodio, es decir, echar sal marina en recipientes, y repartirlos por los armarios, donde la puedes dejar hasta un mes, que es el tiempo recomendado para cambiarla.
Sin duda, se trata de remedios caseros que pueden ayudarte en la lucha contra la incómoda y molesta humedad que, seguramente, te visite todos los inviernos.